Crea nuevos hábitos
¿Cómo es un día en tu vida? ¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas en la mañana y cuando te acuestas en la noche? Sin que te des cuenta, los hábitos hacen tu día a día.
Algunos hábitos son fáciles de reconocer, como comerse las uñas o ejercitarse diariamente, mientras que otros sean difíciles de detectar, como siempre llegar tarde o disfrutar de un batido verde cada mañana. Tus hábitos pueden ser positivos y negativos; estos son poderosas fuerzas que te ayudan - o te detienen - de vivir la vida que anhelas.
Estudios han revelado que en promedio, se necesitan 66 días para formar un nuevo hábito. Esto es porque a nuestro cerebro le toma tiempo formar nuevos procesos, por lo que debemos hacer un esfuerzo consciente de comprometernos con cada hábito al menos 2 meses.
¿CÓMO CAMBIAR HÁBITOS Y FORMAR NUEVOS?
La clave para cambiar hábitos no es tratar de detener un hábito que ya tenemos, sino cambiarlo con algo mejor. ¿Cómo?
Investigaciones han demostrado que los hábitos son formados por necesidades neurológicas en nuestro cerebro que están asociadas a un detonador específico con una recompensa específica. Por lo que, esperamos sentirnos de cierta manera cuando completamos cierta actividad.
Los hábitos están formados por 3 partes: un detonador, una rutina y una recompensa. El detonador le dice a tu cerebro que actúe. La rutina es lo que haces y la recompensa es el resultado final que satisface la necesidad. Para poder cambiar un hábito, debes tratar de encontrar qué detonador te está llevando a tomar acción y entender la recompensa que estás necesitando.
Por ejemplo, si quieres dejar de comerte las uñas, necesitarás identificar el detonador, el cual podría ser el aburrimiento, luego entender la recompensa - en este caso, un alivio físico al aburrimiento. Una vez entiendas esto, te puedes enfocar en cambiar el hábito. Para este ejemplo, quizá decidas reemplazar comerte las uñas con estirar un minuto o dos, lo que te ofrece la misma recompensa física de aliviar el aburrimiento.
Crear mejores hábitos para ti misma, llena tu vida diaria de mucho positivismo. Como con muchas otras cosas, anotar tus hábitos hace que se conviertan en una realidad.
Pregúntate a ti misma lo siguiente:
¿Cuáles de mis hábitos actuales están alineados con el éxito que quiero para mi vida? ¿Cuáles son los detonadores, rutinas y recompensas que siguen a mis hábitos?
¿Cuáles de tus hábitos actuales no determinan el éxito que quieres alcanzar?
¿Hay hábitos nuevos que quieres introducir a tu rutina?
¿Cómo puedes alimentar esos hábitos?
¿Qué harás para crear una rutina?
¿Qué opciones – saludables y alineadas a tus valores – de recompensa tienes?
Algunos ejemplos de hábitos nuevos podrían ser:
Levantarte y moverte – mueve tu cuerpo más a menudo por tu bien físico y mental, sin mencionar la diversión que implica.
Medita – toma un momento, 10 minutos si puedes, para centrarte cada día.
Hidrátate – evita el letargo y la incapacidad de concentrarte que conlleva el estar deshidratado. Compra una botella bonita que puedas llenar constantemente de agua y que puedas llevar contigo a todos lados y mantén una jarra grande en tu escritorio o área de trabajo. Trata de consumir de 6 – 8 vasos al día.
Recarga – agrega alimentos nutritivos que te den energía y cuiden tu cuerpo, evita los altibajos de humor que conlleva las comidas con alto contenido de azúcar.
Como con cada desarrollo personal y cada meta que vale la pena, no subestimes el poder de creer en ti misma. La mente es una herramienta poderosa. Creyendo que puedes hacer el cambio, es un paso más cerca en hacerlo realidad y mucho más cerca a que esa rutina se convierta en algo permanente.
Aquí te dejo una lista de hábitos que podrías adoptar. Recuerda ¡uno a la vez! Enfócate en uno y logra que se convierta en un verdadero hábito.
